Por fin se han quitado la careta los independentistas catalanes, y ERC someterá a ratificación de la militancia, el próximo día 28 de enero, su apuesta por negociar un «acuerdo de claridad» con el Gobierno de España para situar las bases de un referéndum de independencia en Cataluña, en su congreso de Lleida, que será su hoja de ruta para los próximos cuatro años.
En su ponencia, ERC propone considerar que ha ganado el ‘sí’ a la independencia si hay un mínimo de 50% de participación y un 55% a favor del sí, se declare la independencia de Cataluña, algo que se llevaría a la mesa del diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez y planter las condiciones que deberían recogerse en el ‘acuerdo de claridad’.
Con el título ‘La vía democrática del referéndum’, la ponencia se articula en dos bloques: una propuesta para hacer posible «la república catalana a través de un referéndum», que consideran que avala un 80% de los catalanes, y otro bloque sobre buen gobierno, ha explicado en declaraciones a los medios la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta.
Vilalta ha puesto de ejemplo Montenegro, cuyo referéndum fue avalado por las instituciones europeas que «dan la máxima legitimidad y un plus de homologación a nivel internacional», con una pregunta «clara, como la del referéndum del 1-O», y de ganar el sí por ese 55%, serviría para abrir una negociación entre el gobierno catalán y central con mediación europea e internacional.
Además, ERC, plantea que como ocurrió en Escocia el 2014, pueda votar en el referéndum cualquier persona residente en Cataluña mayor de 16 años y los no residentes con derecho a votar en las elecciones del Parlament.
Los independentistas de ERC, presumen además de que han «hecho mover» al PSOE hasta avalar los indultos a los condenados por el 1-O y tramitar la derogación de la sedición.
Según Vilalta «nosotros no queremos imponer la república catalana a nadie. Lo que queremos es poderla decidir, que la ciudadanía tome esta decisión de forma participativa. Un referéndum es la máxima expresión de la voluntad democrática».