El Tribunal Supremo (TS) ha marcado doctrina al imponer la rebaja «obligatoria» de un año a los condenados de abuso sexual a una menor en el denominado «Caso Arandina», tras la entrada en vigor de la ley del «Solo si es si».
La Sala de lo Penal aumenta a nueve años de cárcel la pena de los dos futbolistas al eliminar la atenuante que fijó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, pero avisa que el cómputo de cárcel hubiera sido de 10 años si no fuera por la reforma legal impulsada por el Ministerio de Igualdad, por el que lo rebaja a nueve años.
Así se recoge en el auto la sentencia del Tribunal Supremo que aplica por primera vez la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, más conocido como la ley del «Solo si es si», en la que los magistrados precisan que deben aplicar la ley estrella de Irene Montero al ser la más beneficiosa para el reo. Al respecto aluden al artículo 2.2 del Código Penal según el cual las leyes tienen carácter retroactivo siempre y cuando favorezcan a los acusados.
«La acomodación de la pena al nuevo texto penal tras la «Ley Orgánica 10/22, es obligatoria por aplicarse la retroactividad de la ley penal más favorable al reo en virtud de ley posterior más beneficiosa, como en este caso ha ocurrido», indican en la sentencia.
Los magistrados de la Sala de lo Penal que la firman explican que la aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’ implicará no solo la revisión de las penas que se encuentren en caso de ejecución (como ocurre con los de los exfutbolistas de la Arandina), sino también a las que estén pendientes de dictado de sentencia o bien a aquellos casos en los que se acabe de juzgar a los acusados.
El fallo cuenta con el voto particular del magistrado Ángel Luis Hurtado, quien considera que el alto tribunal debió haber mantenido la atenuante acordada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y que reducía los penas a 3 y 4 años de cárcel, aunque comparte el criterio general acerca de que la aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’ es obligatoria por ser la que más beneficia a los condenados.