El Rey Felipe VI ha centrado su discurso navideño en la actual crisis que está viviendo el país tanto sanitaria como económica por el Covid-19, así como en reivindicar su «espíritu renovador» y a la vez pidiendo «un gran esfuerzo nacional» para superar la situación actual.
También ha hacho referencia a su padre el Rey Emérito y su situación señalando que «los principios morales y éticos nos obligan a todos sin excepciones; y están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personas o familiares. Así lo he entendido siempre».
Sobre la pandemia ha hecho una especial mención a las personas vulnerables porque «proteger a los más vulnerables y luchar contra las desigualdades que la pandemia ha creado o ha agravado es una cuestión de dignidad entre quienes formamos una misma comunidad política. Las personas y las familias deben ser nuestra preocupación fundamental».
Otro de los aspectos que ha hecho mención a «una Constitución que todos tenemos el deber de respetar y que en nuestros días es el fundamento de nuestra convivencia social y política», ha incidido, añadiendo que la Carta Magna es «un éxito de y para la convivencia en libertad».
Ha querido recordar a aquellos que han pedido la vida por la pandemia porque «en miles de hogares hay un vacío imposible de llenar por el fallecimiento de vuestros seres queridos, a los que quiero recordar con emoción y con todo respeto. Un recuerdo que llena de sentimientos muy profundos nuestros corazones».
Tras mencionar la necesidad de vacunarse, la situación del empleo juvenil y fortalecer la actividad económica, ha finalizado indicando el compromiso de la Corona porque «estoy seguro de que vamos a salir a adelante. Con esfuerzo, unión y solidaridad, España saldrá adelante. Con todos y para todos. Y, como Rey, yo estaré con todos y para todos, no sólo porque es mi deber y mi convicción, sino también porque es mi compromiso con todos vosotros, con España».