El rey emérito, Juan Carlos I, será muy pronto exonerado de cualquier acusación por posibles delitos fiscales. La fiscalía general del Estado ultima el archivo de las investigaciones pendientes y eso abre una nueva etapa en la vida del rey Juan Carlos I.
Las últimas informaciones procedentes de fuentes próximas tanto al propio rey, como al Gobierno y al palacio de la Zarzuela indican que se está buscando una fórmula que permita que Juan Carlos regrese a España, pero sin que su presencia pueda afectar a la imagen del rey Felipe VI.
El diario “Voz Populi” adelanta que Juan Carlos fijará su residencia en Portugal, concretamente en Estoril, la ciudad lusa en la que Juan Carlos paso su infancia y en la que residió su padre, don Juan de Borbón, durante sus años de exilio.
Tanto el Gobierno como la Zarzuela ultiman los detalles del pacto: Juan Carlos I residirá en Estoril y podrá viajar a España sin restricciones para mantener contacto con la familia y con sus amigos. Será Galicia la región a la que más viajé el rey emérito ya que allí tiene a su grupo más numeroso de amigos.
Estoril tiene la ventaja, además del arraigo de Juan Carlos en esa ciudad, de estar bien comunicada -es casi un barrio de Lisboa- y muy cerca de cualquier ciudad española.
Voz Populi dice: “En el Palacio de La Zarzuela empiezan a considerar insostenible la situación de Juan Carlos I en Emiratos Árabes. Y empiezan a preocupar, y mucho, los movimientos del Emérito para forzar su regreso.
Entre ellos, hablar con productoras que le han ofrecido hacer una serie documental sobre su vida”. Esa oferta existe y podría ser un arma del emérito para presionar sobre su regreso a España, vía Portugal, ya que como es obvio Juan Carlos guarda mucha información sensible sobre políticos y empresarios españoles.
Si el emérito accede a grabar un documental en el que él sea el protagonista y cuente lo que hasta ahora silencia el asunto podría ser un terremoto político.