Está claro que Pedro Sánchez, no quiere soltar a su actual socio de gobierno, Unidas Podemos, después de aceptar el reto lanzado por el líder de la formación morada, Pablo Ilgesias, de que si no era participe de las negociaciones con los partidos políticos sobre los Presupuestos General de Estado, iban a votar en contra.
El Presidente del Gobierno, a pesar de los continuos «rifrafes» que está habiendo entre sus ministros, está cómodo con Unidas Podemos en el Ejecutivo, porque le dejan campar a sus anchas siempre que de vez en cuando suelta un poco la cuerda y les deje su protagonismo.
Ahora se inician los contactos entre Moncloa y los partidos de la Oposición, donde Ciudadanos ya ha dicho que está dispuesto a negociar los PGE, con Sánchez, en eso que ellos han llamado evitar que pacte con los independentistas de ERC. Más complicado lo tiene con Pablo Casado, porque el líder del Partido Popular ya le ha dicho al Presidente que no va dar «sí» si a cambio de nada y menos de unos presupuestos donde Podemos tenga su protagonismo.

La formación de Pablo Iglesias, ya ha dicho que no impone ningún veto a ningún partido y que se da por satisfecha con que la elaboración del documento de referencia sea exclusiva de los socios de coalición, al margen de que puedan negociarse acuerdos posteriores y parciales con otras fuerzas políticas para facilitar la aprobación, aunque ya han dejado claro que su preferencia para negociar son los de ERC.
Hoy comienzan esas negociaciones con la Oposición, precisamente con Casado y posteriormente con Inés Arrimadas, veremos como acaba esa foto, sobre todo para Cs, que con Iglesias por el medio tendrá que hacer un equilibrio peligro para su formación a la hora de apoyar o no esos presupuestos.