A pesar del descenso del paro en el mes de febrero anunciado por este miércoles por el Ministerio de Trabajo y Economía Social de 11.394 personas, los datos globales reflejan que España sigue por encima de los tres millones de desempleados situada en una cifra total de desempleados de 3.111.684 personas.
Además, la Seguridad Social ha registrado un total 19,69 millones de afiliados, 130.639 personas menos que en diciembre, cuando se alcanzó la cifra récord de 19,82 millones.
No obstante, en términos desestacionalizados, una medida utilizada por el Ministerio durante la pandemia y que nunca antes se había empleado, la cifra asciende a 19,93 millones, el dato más alto de la serie, tras aumentar en 37.726 respecto al mes anterior.
Por su parte, el desempleo de los jóvenes menores de 25 años sube en el mes de febrero en 6.005 personas (2,74%) respecto al mes anterior.
Por sectores económicos con respecto a enero el paro registrado asciende en Agricultura 6.543 (4,41%) y entre el colectivo Sin Empleo Anterior 3.125 (1,27%); y desciende en Servicios 11.238 (-0,51%), Construcción 7.199 (-2,87%) e Industria 2.625 (-1,03%).
En total se han registrado 316.841 contratos de trabajo de carácter indefinido, representando ya el 21,94% de todos los contratos. Los indefinidos se dividen, en cuanto a la duración de su jornada, en 173.960 a tiempo completo y 142.881 a tiempo parcial.
El resto de contratos, hasta completar el total de 1,44 millones del mes de febrero de 2022, son de carácter formativo (7.508) y otro tipo de contratos temporales (1,11 millones).
MAS DE CIEN MIL EN ERTES
Por su parte, el número de trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo(ERTE) desde la pandemia todavía asciende a 101.736 trabajadores, con un descenso de 3.307 respecto al mes anterior. Estas personas, suspendidas parcial o totalmente de empleo, se contabilizan como afiliados por parte de la Seguridad Social.
El Ministerio que dirige José Luis Escrivá destaca que estos representan apenas el 0,6% del total de afiliados y suponen un descenso de cerca de 800.000 trabajadores respecto a los protegidos justo un año antes y una disminución de más de tres millones respecto al momento más agudo de la pandemia.