El candidato de ERC, Pere Aragonès era investido por el Parlament catalán, como presidente de la Generalitat tras conseguir 74 votos por parte de los republicanos, Junts y la CUP, pese a los 61 en contra del PSC-Units, PP, Vox, los Comuns y Cs .
Esta investidura, se produce tras 8 meses en los que la Generalitat ha estado comandada por un gobierno en funciones, tras la inhabilitación de Quim Torra, asumiendo Aragonès, la responsabilidad a la hora de la toma de decisiones. Por lo tanto, pese a que la figura no cambia, lo que si experimentará modificaciones, son sus poderes, ya que a partir de ahora, tendrá un control más amplio para establecer las medidas y acuerdos que estime oportunos.
Durante el discurso transmitía su «obsesión» por poder combatir cuanto antes los efectos negativos de la pandemia, además de continuar con la lucha por la independencia de Cataluña, siendo estos, los dos aspectos clave que tratará de conseguir durante su mandato.
En su segundo intento, ha sido cuando ha conseguido ser investido, ya que cabe recordar, que a finales de marzo ya lo intentó, obteniendo un resultado nada satisfactorio para sus intereses. Esta investidura, se produce prácticamente 100 días después de las elecciones celebradas en febrero.
Este periplo caracterizado por el cambio de estrategias por parte de Aragonès, en relación a los posibles acuerdos de gobierno, se ha cerrado finalmente con la creación de un órgano independentista formado por ERC, Junts, la CUP, ANC y Òmnium.