El titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, sospecha que, días antes de la DUI, Rusia le ofreció trasladar a Cataluña a 10.000 soldados y pagar la deuda catalana, en el caso que investiga el desvío de fondos públicos para costear los gastos de Carles Puigdemont en Waterloo.
El juez que ordeno el registro de los empresarios próximos a ERC y a CDC, l, Oriol Soler, David Madí y Xavier Vendrell, que han sido detenidos por la Guardia Civil, en el marco de una operación que el Instituto Armado ha bautizado como «Volhov», que investiga el desvío de fondos públicos para pagar los gastos de Puigdemont en Waterloo.
Joaquín Aguirre, basa sus sospechas en dos archivos de audio intervenidos en el teléfono del exdirigente de CDC Víctor Terradellas, sobre dos conversaciones que este mantuvo con Madí y con Vendrell los días 14 de mayo de 2018 y 16 de mayo de 2018, según se recoge en los autos.

Tarradellas, fue responsable de relaciones internacionales de CDC, hizo de interlocutor de Carles Puigdemont con Rusia cuando estaban llevando a cabo el proceso independentista, llegándose a estudiar crear una plataforma de criptomonedas para garantizar la «estabilidad financiera» de Cataluña, respaldada por el gobierno ruso.
El juez concluye en la instrucción que «Rusia habría ofrecido apoyo a Carles Puigdemont hasta el punto de haber trasladado a Cataluña a 10.000 soldados. De haber aceptado, probablemente los acontecimientos habrían sido trágicos y habrían desencadenado un conflicto armado con el Estado con un incierto numero de víctimas mortales» añadiendo que el «grupo ruso» con el que Terradellas, contactó «quería hacer de Cataluña un país como Suiza».
Terradellas, llevaba cinco meses realizando labores como «delegado» con «un grupo de Rusia», creado en la época de Gorbachov, para desarrollar la plataforma de criptomonendas y tenía previsto viajar a Rusia en mayo de 2018, a lo que Vendrell se ofreció a acompañarle, algo que no llegó a ocurrir porque cuatro días antes de la fecha prevista de salida Terradellas, fue detenido.

El grupo de rusos con el que Terradellas trabajaba, tenía interés en «participar en los temas de comunicación que conjuntamente estaban realizando Vendrell, Madí y Jaume Roures, que fuera director general de Mediapro, y, para ello, querían «colocar a una persona en primer nivel» y estaban dispuestos a invertir entre 100 y 300 millones, añade en el auto del juez.