La inflación sigue imparable para los españoles ya que según el avance publicado este viernes por el INE, los precios han crecido otras seis décimas más en julio, hasta el 10,8%, se trata del nivel más elevado desde hace 38 años (septiembre de 1984).
Los precios de la energía y los de la alimentación son los que siguen tirando del Índice de Precios al Consumo (IPC), aunque no son los únicos ya que hay otras partidas que vienen alimentando cada vez más el indicador desde el inicio del verano, como la moda y el calzado o las tarifas de hoteles y transportes (por el inicio de la temporada turística).
El INE señala en su comunicado que «esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad (la cual registró una bajada en julio de 2021) y al comportamiento del vestido y calzado, cuyos precios bajan menos que el año pasado».
En lo más positivo es que los precios de los carburantes registraron un descenso a lo largo de este mes de julio. Se estaría notando, por tanto, la contención de la cotización del petróleo, junto a las ayudas del Estado, concretamente los 20 céntimos por litro de carburante.
La inflación subyacente, que no contempla los artículos más volátiles (como la energía o los alimentos frescos) también arroja niveles preocupantes. La tasa de variación anual también ha aumentado seis décimas en julio y se sitúa ya en el 6,1%. De confirmarse, según el INE, sería la más alta desde enero de 1993.