La inflación en el mes de junio se ha desbocado hasta el 10,2%, el nivel más alto desde 1985, y la subyacente, la realmente importante, se va hasta el 5,5%, el dato más elevado desde agosto de 1993, algo que no parece preocuparle al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, más interesado en la foto con el presidente de los EE.UU, Joe Biden y la cumbre de la OTAN.
Los datos avanzados publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran una inflación que encadena dos meses consecutivos de subidas en su tasa interanual después de que en abril se redujera en 1,5 puntos, hasta el 8,3%, aunque posteriormente en mayo, repuntó de nuevo hasta el 8,7% y en junio ha sobrepasado los dos dígitos hasta el 10,2%.
De esta forma, la subida del IPC interanual hasta el 10,2% en junio se debe, principalmente, al alza de los precios de los combustibles (gasolina y diésel) y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como los precios de los hoteles, cafés y restaurantes.
Pero el dato realmente importante como es la inflación subyacente, donde no se contabilizan los alimentos no elaborados ni productos energéticos, aumentó en junio seis décimas, alcanzando el 5,5%, el valor más alto desde agosto de 1993.