El Índice de Precios de Consumo (IPC) en el mes de mayo se ha situado en el 8,7% con una alza de un 0,8% en el quinto mes del año, en relación al mes anterior, por el encarecimiento de los combustibles y de los alimentos, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esta forma, el dato de mayo, está 1,1 puntos por debajo del pico de marzo, cuando el IPC llegó a alcanzar el 9,8%, su tasa más alta en casi 37 años y que se debe a las subidas de los precios de los carburantes y de los alimentos y bebidas no alcohólicas.
Y es que el precio medio de la gasolina en España tocó un nuevo récord histórico al situarse en 1,94 euros por litro, alcanzando cifras nunca vistas por segunda semana consecutiva, mientras que el diésel, a pesar de bajar un 1,06%, hasta los 1,867 euros el litro, sigue marcando un precio mayor que en la media de la Unión Europea que está situado en1,856 euros el litro.
El precio medio del litro de gasolina, con respecto al año pasado, se ha encarecido un 43,7%, mientras que en el caso del diésel es un 54,3% más caro, sin aplicar la bonificación de 20 céntimos aprobada por el Gobierno.
La inflación subyacente, que no registra ni los alimentos no elaborados ni los productos energéticos, subió en mayo medio punto, hasta el 4,9%, el valor más alto desde octubre de 1995, situándose en casi cuatro puntos por debajo de la tasa del IPC general, se trata de la mayor subida de la inflación en un mes de mayo desde el año 2018.