Lo ha confirmado el Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC en España se ha disparado hasta el 8,7%, el mayor incremento desde hace 26 años, en enero de 1994, causado por el incremento de los combustibles y los alimentos, bienes básicos para los ciudadanos.
El incremento en el mes de mayo del IPC interanual hasta el 8,7%, se debe, principalmente, a las subidas de los precios de los carburantes, los alimentos (principalmente pan y cereales, queso y huevos y la carne) y de la restauración, mayores en mayo de este año que en este mismo mes de 2021.
Por sectores, los aceites y grasas han elevado sus precios un 44,7%; la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua ha subido un 32,1%; los huevos se han elevado 25,3%; el transporte personal cuesta un 15,3%, al margen de que muchos alimentos han registrado subidas de dos dígitos en sus precios, como la leche (+16,5%) y cereales (+16,3%).
INFLACIÓN SUBYACENTE
La inflación subyacente, que realmente es importante, (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó medio punto en, hasta el 4,9%, el valor más alto desde octubre de 1995.
Con respecto a la tasa mensual, el IPC registró en mayo un alza del 0,8% respecto al mes de abril, su mayor repunte en un mes de mayo desde el año 2018.