Al Gobierno español no le ha quedado otra que rebajar su previsión de crecimiento para este año 2022 al 4,3%, 2,7 puntos de lo que había previsto en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año.
Han dio la ministra de Economía, Nadia Calviño y la de Hacienda, María Jesús Montero, las encargadas de anunciarlo tras de más de un año sosteniendo que estimaban un crecimiento del 7% en 2022, muy por encima de las previsiones de todos los organismos y cuando el INE acaba de avanzar que el PIB sólo creció un 0,3% en el primer trimestre.
De cara a los próximos años, el Ejecutivo prevé un crecimiento del 3,5% en 2023, del 2,4% en 2024, y del 1,8% en 2025, según han avanzado las ministras.
Calviño ha explicado que es un trabajo «marcado por intensa incertidumbre por la guerra de Ucrania, que se suma a efectos de la pandemia en algunas economías y a los problemas de la cadena de suministros».
Según la ministra de Economía estamos ante una «crisis de alcance global y todos los organismos y gobiernos están rebajando previsiones de crecimiento y elevando las de inflación», por eso apelado a la «prudencia».
Antes del 30 de abril es preceptivo que el Gobierno español remita a la Comisión Europea el Programa de Estabilidad con el cuadro macro y el Plan Nacional de Reformas.
Además, el Gobierno ha mantenido la previsión de déficit para el año 2022 en el 5% del PIB, en línea con la tasa de referencia recogida en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2022.