El Consejo de Ministros aprobará este martes la eliminación de las mascarillas, aunque como es habitual en el Gobierno de Sánchez, no tomará una decisión directa ya que dejará en manos de las empresas decidir si los trabajadores deben usarla o no en su puestos de trabajo, además de seguir siendo obligatoria en hospitales, farmacias, residencias de ancianos y transporte público.
La medida, que será aprobada hoy, entrará en vigor este miércoles día 20, tras se publicada en el Boletín Oficial del Estado, y aunque todavía no se conocen oficialmente cuáles serán los sitios concretos en los que su uso seguirá siendo obligatorio, por los datos que se han ido filtrando, la deberán llevar trabajadores y visitantes de centros asistenciales y personas ingresadas cuando estén en espacios compartidos fuera de su habitación o en centros sociosanitarios; y cuando se vaya en el transporte público.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, señalaba este domingo que «sí que lo seguirá siendo en el interior de los centros, de los servicios y de los establecimientos sanitarios. Esto incluye las farmacias, los hospitales, los centros de salud y de transfusión de sangre«.
Además, añadía que deberá ser obligatoria en los transportes «por avión, por ferrocarril, por autobús, en metro y también en los transportes en barco, en interior«, dejando claro que «no hay ninguna excepción en los transportes públicos. Hay que llevarla en todos».