El círculo de la trama de las comisiones por las mascarillas y del denominado «caso Koldo», cada vez se estrecha más en torno a Begoña Gómez y se acerca a pasos agigantados al propio Pedro Sánchez, con el grupo Globalia y Air Europa, y su rescate con Fondos Europeos, también en el punto de mira, al conocerse que la mujer del presidente del Gobierno, con este grupo y con su filial Wakalua, empresa creada en marzo de 2019, un año antes de la pandemia de la covid, no se limitó a llevar a cabo los eventos para los que estaba destinada sino que hizo gestiones con la entonces CEO de Wakalua, Leticia Lauffer, para importar mascarillas y respiradores de China a España en el inicio de la pandemia.
Así lo desvela The Objetive, quien asegura haber contactado con tres fuentes distintas que aseguran que la exdirectora del hub de promoción turística impulsado por Globalia en colaboración con la Organización Mundial del turismo (OMT), Wakalua, tuvo varias conversaciones telefónicas al inicio de la pandemia de covid-19 con la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y dos ellas afirman a este diario haber escuchado cómo en esas conversaciones durante la primera semana del confinamiento, a partir del 15 de marzo de 2020, la esposa de Sánchez llamaba a la exdirectora de Wakalua «para que le localizara personas y contactos en China».
El exmarido de la exdirectora de Wakalua, Jesús Pérez, en una entrevista concedida a THE OBJECTIVE, relata en primera persona lo ocurrido en marzo de 2020: «Yo recuerdo que en mi casa ardía el teléfono constantemente porque le llamaban de La Moncloa, concretamente Begoña Gómez, para que le localizara personas y contactos en China para traer respiradores y mascarillas. Era un trajín permanente. Yo lo evidencié, lo escuchaba… No sólo yo, sino también otras personas del servicio que estaban en la casa en aquel momento». «En aquel momento, yo no lo entendía», indicaba el exmarido de la exdirectora de Wakalua.
«Ellas [Lauffer y Gómez] eran amigas, ya se habían visto varias veces… Estábamos encerrados y ella empezó a hablar de respiradores y mascarillas, y de que Begoña le preguntaba dónde se podían conseguir», señala Carolina Velasquez Obregón, trabajadora doméstica de la casa, en una entrevista a el digital.
Velasquez, sigue relatando que «fue cuando empezó a morir mucha gente porque no había respiradores. Estaba todo el día con dos teléfonos (…) Chateaba con Begoña y se mandaban mensajes. Cuando le llamaba, se encerraba en la habitación. Me dijo ‘Begoña me está diciendo que si yo sé dónde se pueden comprar’».
Además se está investigando el rescate de Air Europa y Ávoris, que fueron receptoras de casi 800 millones de euros en ayudas públicas y formaban parte del emporio empresarial de la familia Hidalgo, con una relación entre Begoña Gómez y el máximo jefe de Wakalua, el CEO de Globalia Javier Hidalgo, está salpicada por el presunto entramado del caso Koldo y por haber mantenido supuestas reuniones con la mujer de Sánchez en pleno rescate económico con parte de los Fondos Europeos, entre el que se encontraba Wakalua, hasta que Globalia se la entregó al Grupo Barceló junto a Viajes Halcón.