Este martes 22 de julio se votará que el Congreso de los Diputados pase a denominarse solo «Congreso» en una decisión pactada entre los partidos de izquierdas que apoyan el Gobierno de Pedro Sánchez, al ser una iniciativa de Sumar, el partido de Yolanda Díaz, es esa obsesión que tienen por cambiar el lenguaje español en eso que llaman «inclusividad».
Para ello se llevará a cabo una modificación del Reglamento de la Cámara que se volverá a redactar con el nuevo lenguaje de la izquierda inclusivo, aprobado por todos los partidos de investidura de Sánchez y con el voto en contra de PP, Vox y UPN, que votaron en contra en la Comisión del pasado jueves.
Pero la reforma no tiene validez jurídica y solo es postureo de la izquierda de cara a la galería ya que para que tuviera validez sería necesario una reforma del texto de la Constitución, en su artículo 66.1, que dice que «las Cortes Generales están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado».
Los partidos que van a aprobar el cambio se escudan en que la palabra Congreso, sin más, aparece en varios puntos de la Carta Magna, pero lo cierto es que este uso se aplica como abreviatura del original.



















