Andrea Orcel ha ganado el juicio contra el banco Santander por su fichaje frustrado como consejero delegado del primer banco español. El juez considera que hubo contrato entre las partes y condena a la entidad financiera a pagar 68 millones de euros al italiano, de los que 10 millones corresponden a indemnización por daños morales.
Esta sentencia supone un duro golpe para la presidenta del Satander, Ana Botín, ya que fue ella la que llevó de manera directa la gestión del fichaje de Orcel, como gran ejecutivo para el banco. La sentencia no es firme y con toda seguridad el banco Santander interpondrá recurso de apelación.
El Juez Javier Sánchez Beltrán, del Juzgado de Primera Instancia de Madrid, declara en su sentencia la perfección del contrato entre Santander y Orcel y condena a banco presidido por Ana Botín a abonar al actual consejero delegado de Unicredit 17 millones de euros en concepto de bonus de incorporación; 35 millones por incentivos a largo plazo; 5,8 millones por dos anualidades de Orcel; y 10 millones en concepto de indemnización por daños morales y reputacionales. El magistrado condena también a Santander al pago de las costas.
Se pone fin así, hasta la previsible presentación de recurso, del que se ha conocido como juicio financiero del año, que ha llevado a Ana Botín a tener que declarar en el proceso como testigo, y que ha puesto en duda la política de nombramientos y gobierno corporativo del Santander.
El juez indica en su sentencia que el «prestigio y formación» de Andrea Orcel «eran sumamente considerados en el ámbito bancario europeo» y que puede entenderse que la decisión del banco de no proseguir con su fichaje le produjera «una considerable frustración, desasosiego, incertidumbre y un cierto descrédito en el ámbito bancario, por lo que claramente se considera que la situación creada por Banco Santander produjo un evidente daño moral al Sr. Orcel«.
El magistrado señala que, atendidas las referidas circunstancias y el nivel de retribución que Orcel venía percibiendo en la entidad UBS y que esperaba recibir en Banco Santander, «la cantidad reclamada en concepto de daño moral no se considera excesiva».