El Banco de España ha reducido el crecimiento del PIB al 4,1%, cuatro décimas menos para España en este 2022, que en una valoración anterior había estipulado en le 4,5%, en otro serio revés al Gobierno de Pedro Sánchez.
Aun así, ha rebajado ha rebajado sus estimaciones para la inflación media al 7,5% del 7,2%, que había previsto en una primera estimación como consecuencia del efecto del mecanismo ibérico para limitar el precio del gas y abaratar la factura de la electricidad.
Además, el organismo prevé un crecimiento del 2,8% en 2023, una décima menos de lo estimado en abril, y un alza del 2,6% en 2024, una décima más respecto a la previsión anterior.
Y no será hasta la segunda mitad de 2023, cuando el Banco de España y si se mantiene la evolución prevista del PIB será cuando la economía española recupere el nivel del PIB previo a la pandemia.
Por lo que se refiere a la evolución del empleo, BE ha mejorado cinco décimas la previsión para este año, en el que espera una tasa media de paro del 13%, que bajaría al 12,8% en 2023 y al 12,7% en 2024.
Sobre la situación de la deuda, empeora las previsiones en 2022, al situarla en el 114,9% del PIB, frente al 112,6% previsto anteriormente, mientras que de a 2023, la deuda se situará en el 113,2% del PIB, peor que la estimación previa del 112,8%, y en 2024 alcanzará el 112,5%, algo mejor que en las previsiones anteriores (113,5%).
Por último el BC, advierte que la combinación de una inflación más elevada y un aumento de los tipos de interés podría hacer que las personas y empresas en situación más vulnerable pudieran experimentar mayores dificultades para hacer frente al pago de las deudas.