La ausencia de la cúpula del PP en la manifestación del pasado sábado en Madrid y principalmente de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, que arrastró finalmente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y al propio alcalde de la capital de España, José Luis Martínez Almeida, ha suscitado muchas críticas, tras comprobar el rotundo éxito de los convocantes que sobrepasaron todas las previsiones.
Feijóo, no quería que le hicieran una foto con los representantes de Vox, con el fin de que no lo comparasen con la famosa foto de Colón de su día, y por ello declinó cualquier posibilidad de acudir a esta manifestación con Pedro Sánchez, justificando para ello que no la habían convocado ellos, algo que no ha entendido la mayoría de las personas que si acudieron a esa concentración.
Además, arrastró consigo a uno de los grandes baluartes del partido como es la presidente madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ayer mismo reconocía el error de no haber acudido al evento y reclamaba más valentía a su partido.
Lo cierto es que Feijóo, no está dando respuesta a esos españoles que reclaman más contundencia por parte de quien tiene que liderar en un futuro un Gobierno, que debe recomponer un país roto por las políticas llevadas a cabo por Pedro Sánchez y que reclaman no sólo hablar de gestión, sino que haya que solucionar problemas de identidad de país y deshacer todo el entramado de leyes y de gestión de estado impuestas por el actual Gobierno y sus aliados.
El discurso de Feijóo, no termina de calar entre el electorado de centro-derecha por su poca contundencia a la hora de atacar los problemas del España, producidos por el Gobierno de Sánchez, y por su constate distanciamiento de quien debe ser su socio tras las próximas elecciones generales como es Vox y haya quien piensa que en función del resultado de las próximas elecciones autonómicas y municipales, podría haber un movimiento en la cúpula del PP.