Los créditos avalados por el ICO concedidos durante la pandemia pueden ser uno de los grandes problemas que le estallen en las manos al Gobierno de Pedro Sánchez, tras el aviso llevado a cabo por el Banco de España en un informe de estabilidad financiera de otoño que indica que esta cartera de préstamos con garantías del Estado comienza a deteriorase.
Tanto es así, que en un sólo semestre el crédito en vigilancia especial se ha elevado en ocho puntos, hasta el 16%, tanto a nivel de operación, como a nivel cliente.
A esto hay que sumar que el volumen de las operaciones ICO vinculadas a clientes con algún préstamo problemático también ha aumentado en el caso de las sociedades no financieras -empresas-, aún teniendo en cuenta que una «fracción importante de las operaciones se encuentran en periodo de carencia en la actualidad, lo que modera en el corto plazo la materialización del riesgo de crédito».
En su informe, el Banco de España resalta que «Los préstamos con aval ICO registran un deterioro en su calidad crediticia, al incrementarse tanto la ratio de préstamos en vigilancia especial como la de dudosos. Este deterioro también es perceptible cuando se analiza la calidad de los préstamos de los clientes que han accedido a operaciones ICO».
La calidad crediticia de los préstamos vinculados a moratorias vencidas también empeoró en el primer semestre de 2021, debido al comportamiento de aquellos sin garantía hipotecaria.
El porcentaje de préstamos vinculados a moratorias vencidas o desistidas con signos de deterioro crediticio alcanzó en junio de 2021 el 20% para vigilancia especial -frente al 19 % en diciembre 2020- y en el 9% en dudoso -frente al 8 % observado en diciembre 2020-.
Pero no sólo son los créditos ICO los que pueden generar el problema sino que otro riesgo a tener en cuenta es que los créditos en vigilancia especial, que anticipan mayores probabilidades de impago con respecto a aquellos en situación normal, aumentaron un 53% en los últimos doce meses.
Este comportamiento, según el supervisor, comenzó a registrarse desde el tercer trimestre del año pasado, acelerándose notablemente en el cuarto trimestre del mismo y, por el momento, la variación interanual de estos créditos sigue aumentando.
Además, los créditos refinanciados o reestructurados, que habían moderado su ritmo de descenso en los últimos trimestres, han pasado a crecer un 8,8% en tasa interanual en junio de 2021, lo que estaría indicando un mayor uso de este recurso por parte de algunas entidades, para facilitar el repago de créditos a determinados acreditados, en particular de las empresas no financieras.