Las autoridades de Estados Unidos han pedido a la farmacéutica Johnson y Johnson que no distribuyan ni se administren cerca de 60millones de dosis de su vacuna Janssen por riesgo de posible contaminación según han informado el diario estadounidense ‘New York Times’.
Según han informado las dosis fueron fabricadas en una planta de la compañía Emergent BioSolutions situada en Baltimore y que lleva dos meses cerrada debido a una investigación al comprobar que sus empleados habían mezclado ingredientes equivocados en la fabricación de una remesa de vacunas.
La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU (FDA) ha confirmado que esa remesa en particular es adecuada para su uso, pero deberá ir acompañada del aviso de que los reguladores no pueden confirmar que Emergent haya seguido las «buenas prácticas recomendadas» en la manufactura de las dosis de la vacuna.
La FDA ha determinado que varios lotes no son adecuados para su uso, pero todavía se están revisando lotes adicionales y la agencia mantendrá al informado al público en función de desarrollo de las investigaciones.
Por su parte la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha informado este viernes de su conocimiento sobre un lote del principio activo de la vacuna COVID-19 de Janssen «contaminado con materiales para otra vacuna fabricada en el mismo lugar» aunque ha aclarado que » el lote en cuestión no estaba destinado al mercado de la UE».
La EMA ha señalado que los lotes de la vacuna de Janssen en la UE «no se han visto afectados por la contaminación cruzada», pero, «como medida de precaución y para salvaguardar la calidad de las vacunas» y recomiendan no emplear los lotes elaborados «aproximadamente al mismo tiempo que se produjo la contaminación».