Hace escasas fechas hacíamos un breve resumen de lo acontecido en Cantabria durante el fenecido año 2.024, constatando una serie de evidencias y magnitudes socio-políticas con el firme propósito de soplar en la nuca de los políticos (as) advirtiéndoles sobre una gestión que solo podemos calificar de “gris y adormecida”, y ello bajo la premisa de que el primer deber de la prensa es informar de forma libre, y sólida a la ciudadanía, con fundamentos, y también para pulsar la vida publica como un estimulante del bien común.
Por lo que respecta a Cantabria, la situación es notoriamente preocupante, y como dato me remito al Informe anual Caixabank de nuestra Comunidad:
· En términos de PIB, Cantabria es la segunda región más pequeña del país, con 15.355 millones de euros, el 1,1% del total nacional.
· Con poco más de 591.000 habitantes (el 1,2% del total de España), también ocupa el penúltimo lugar del ranking en términos demográficos.
· Su PIB per cápita se sitúa en 26.167 euros, un 7,1% menos que la media española. En los últimos años se ha alejado de la media, debido, sobre todo, al débil crecimiento económico, en un contexto de ligero retroceso demográfico.
Es decir, somos la segunda Comunidad por debajo de las 17 Comunidades Autónomas, y teniendo en cuenta el carácter uniprovincial de la misma, cabe entender que es la penúltima de las 52 provincias que componen, hoy por hoy, España, solo superados por La Rioja. Dicho de otra forma, ocupamos el puesto 51 de las 52 provincias: peor prácticamente imposible.
Este dato es estremecedor, y más teniendo en cuenta que en los años 70, 80 y 90 estábamos entre las seis primeras del ranking, siendo de significar que en los prácticamente 40 años que llevamos de Autonomía, la mayor parte de los mismos ha estado Gobernando por «Revillismo» de Miguel Ángel Revilla, bien como Presidente, Vicepresidente y/o Consejero en coalición con el PSOE y PP, por lo que podemos afirmar, sin género de duda, que es, y fue, el máximo responsable de la evolución de Cantabria en el período anteriormente indicado.
Desde este medio hemos tratado de desenmascarar a este personaje, que, por cierto, sigue mandando en la sombra, tanto el Gobierno Autonómico, con María José Saiz de Buruaga, a la que apoya incondicionalmente a cambio de no tirar de la manta sobre los casos de corrupción, y así como en su partido, totalmente personalista, como es el PRC, a pesar de sus 80 años.
Y decimos que, sobre todo por la juventud (en la que no piensa) de esta -en su día- prospera Comunidad Autónoma, por muy pequeña que sea, y que Revilla ha empequeñecido aún más con su mediocridad e incompetencia, merece un juicio político justo y merece pasar a la historia como el autor principal del claro declive de la misma, como lo evidencian los datos macroeconómicos citados, así como el envejecimiento de la población, aunque maquillen datos de incremento, debido, fundamentalmente a la inmigración.
Por tanto, hay tres magnitudes incontestables:
1ª).- Estamos ante una población envejecida.
2ª) La juventud, como decía, no tiene ningún futuro aquí.
3º).- El único empleo que se crea y mantiene es el publico, bien mediante funcionarios, y/o a cargo de la empresas publicas dependientes de los presupuestos con el consiguiente y cuantioso endeudamiento.
Sin embargo, vemos al ex Presidente (in pectore) todos los meses por los platós televisivos, escribiendo libros, proliferándose en las redes sociales, como un “gurú de la economía”, dando lecciones y consejos a diestra y siniestra, rozando lo cómico (grotesco), mientras está llevando a esta Comunidad a la ruina política y económica en complicidad con los partidos políticos citados. Como diría Sabina, “tiene la lengua muy larga y la frente (política) muy corta”.
A la clara incompetencia política para gobernar, hemos de añadir una serie de decisiones y proyectos durante estos años marcados por el escándalo, con importantes quebrantos a la economía de Cantabria, unido a la mentira del AVE, siendo la única CA incomunicada por este medio con la capital Madrid, durante los próximos 30 años siendo el responsable (in eligendo) de prácticamente todos ellos, soportados por el dinero del contribuyente, sin que seamos capaces de destacar un solo proyecto de futuro para esta región, insisto, ni uno, salvo promocionar la anchoa.
Las urnas ya se pronunciaron en la pasada legislatura, dejándole bien claro que la ciudadanía en Cantabria no le quiere más, sin embargo, una vez más ha sido capaz de seducir al PP, gobernando en la sombra. Es cierto también que la popularidad en el resto del país, donde desconocen las andanzas (políticas) de este singular personaje, por su dicharacherismo es considerable porque es maestro del engaño.
Por ello, como digo, Revilla tiene que pasar a la historia como merece, como un malísimo gobernante, populista (caro) y responsable de ocupar los puestos de cola en España, y cumpliendo nuestro deber informativo y con la idea de recordar el pasado para el bien del futuro, desde este medio, en próximos artículos iremos jalonando los escándalos producidos durante su nefasta etapa, comenzando por el fiasco del Ave, los trenes de cercanías, la Casa de los Gorilas de Cabarceno, El Aeropuerto Fantasma de Valderredible, la fábrica de Fibroyeso, el cierre de Ecomasa, el Caso Racing Aly Sied, la Vuelta Ostrera, el reciente caso de corrupción de Obras Publicas, Cantur (oficina de colocación de empleo), entre otros en los que ha sido copartícipe con el Gobierno Central como Sniace, etc., etc., de los que no habla en El Hormiguero.
Hasta el próximo capítulo.