¿Qué pasa en el Partido Popular de Cantabria? Es una pregunta que ahora mismo se hacen muchos ciudadanos de nuestra comunidad autónoma en un momento tan complicado como el que estamos viviendo con la crisis del COVID-19 , golpeando de lleno en una región que no cuenta con un plan estratégico para salir adelante y con unos datos económicos que nos sitúa en el peor puesto de nuestro País.
Siendo el principal partido de la oposición, el PP, apenas aparece en los medios de comunicación, ni para criticar la actuación del Gobierno bipartito PRC-PSOE, que al margen de las apariciones de Revilla, en las televisiones de turno, no está dando soluciones a las necesidades que tiene ahora mismo esta comunidad autónoma.
Si exceptuamos a un decepcionado Lorenzo Vidal de la Peña, que llegó a la política para intentar trasladar la experiencia empresarial aportando ideas para reflotar este región, apenas hay presencia de miembros del PP, en los medios de comunicación saliendo al paso de las actuaciones del Gobierno regional, con todo lo que hay ahora mismo por criticar por sus acciones o inacciones mejor dicho.
La presidencia de Buruaga, ha sido siempre muy cuestionada desde dentro de su propio partido, de hecho, en las últimas elecciones Autonómicas vivimos como fue apartada por la Dirección General de Madrid, colando en su puesto ni más ni menos que a la saltadora Ruth Beitia, que en su primera y penúltima aparición pública dejó en evidencia que no valía para esto.
No quedó otra que volver a colocar a María José Sáenz de Buruaga, al frente del PP cántabro, para afrontar las elecciones autonómicas, con un resultado escaso que muchos pensaban podía haber sido mejor.
La llegada desde la CEOE-CEPYME de Cantabria, de Lorenzo Vidal de la Peña, parecía dar un impulso a los populares, por cuanto es un empresario de reconocido prestigio, que desde la patronal cántabra, ha mostrado su capacidad de liderazgo y de trabajo y sobre todo de no esconderse ante los problemas y las situaciones de crítica y a su vez diálogo con las Instituciones cántabras.
Pero da la sensación que ha sido un espejismo, por cuanto a Vidal de la Peña, no parece que le hayan dejado desarrollar sus cualidades de la empresa en la política, con promesas que se habían hecho en un inicio que no se han cumplido. Es muy probable, que sea el líder que necesitan el Partido Popular en Cantabria, pero da la sensación que desde dentro no le están poniendo las cosas fáciles con palos en las ruedas que le impiden tener ese protagonismo que se necesita y que puede terminar por hacer que abandone la política y se centre exclusivamente en sus negocios empresariales.
Está claro que algo tiene que cambiar el en PP, cántabro, porque si no, no parece que vaya a ser la alternativa que necesita esta región para intentar salir adelante, en un momento complicado como este o para incluso darle una opción de cambiar de socio de gobierno al propio Miguel Ángel Revilla.