Ciudadanos iba a ser la gran esperanza de la política de nuestro país y por ende, de nuestra región, con una idea de centro (aunque tirando más a la derecha) que ofrecía a los votantes no tener que decantarse por una izquierda representada por el PSOE y una derecha mas acentuada que lleva las siglas de Partido Popular, que demás tenía un líder emergente y con carisma como Albert Rivera, que con su juventud parecía encandilar a esa sociedad que siempre se ha denominado de centro y con ideas liberales.
En Cantabria, los elegidos para encabezar las listas de la formación naranja, eran auténticos desconocidos que además tampoco aportaban nada en su discurso político, lo que se denomina vulgarmente un «pan sin sal» donde el diputado más significativo fue Rubén Gómez, por sus apariciones públicas y en los medios de comunicación como portavoz de la formación en Cantabria, lo que hacía que todo estuviera supeditado a la locomotora de este tren que era su líder nacional, Albert Rivera.
LLEGA «FELISUCO» A CANTABRIA
El punto de inflexión de Ciudadanos en Cantabria, se marca con la llegada de Félix Álvarez «Felisuco» al partido en nuestra región en el 2016 (por cierto es curioso como a nivel nacional se le conoce como «Felisuco», cuando en Santander de toda la vida, se le conoció como Félix «El Locha», nombre del conocido pez de ojos saltones).
Llega avalado por el propio Rivera, quién le designa directamente, por medio del Comité Nacional, para ser el cabeza de lista al Congreso de los Diputados por Cantabria, sin primarias ni consultas internas, lo que provoca el primer gran malestar dentro de la formación «naranja» en nuestra región que provoca la salida de cargos importantes en la región así como el abandono de militantes.
Desde ese momento, Ciudadanos Cantabria, está inmerso en luchas internas constantes, donde están sus partidarios y sus detractores. Félix Álvarez, tiene un pasado que le pasa factura permanentemente, es lo que tiene haber estado involucrado con locutores y programas de radio de muy dudosa credibilidad y respeto que le han llevado a hacer críticas y declaraciones impropias de alguien que tiene que ser un personaje público dedicado a la política.
Su llegada a Cantabria, no resulta un revulsivo para la formación naranja, al contrario, en las siguientes elecciones como cabeza de lista pierde 5.000 votos con respecto a los que había cosechado su antecesor en el puesto aunque consigue los suficientes para sacar el escaño en el Congreso de los Diputados.
No debió convencer mucho su presencia en Madrid, a la Dirección Nacional porque en las últimas Elecciones autonómicas, le relegan a ser candidato a la presidencia en Cantabria por el partido, a sabiendas que nunca lo iba a conseguir. Todo, con una polémicas y cuestionadas Primarias a las que se llegó a calificar incluso de «pucherazo» con una gran división interna.
Rubén Gómez, hasta entonces portavoz en el parlamento de Cantabria, y amigo personal de Félix Álvarez, pasa a encabezar las listas al Congreso de los Diputados, de donde salió al no conseguir el escaño en las ultimas elecciones del 10N.
LA MENTIRA Y DIMISIÓN DE «FELISUCO»
Félix Álvarez, no es capaz de aprovechar el «tirón» de su lider nacional, Albert Rivera, que está a punto de sobrepasar al Partido Popular y sólo es capaz de mantener las cifras de las elecciones autonómicas anteriores con 3 diputados y sin representación nacional, lo que llevó a una gran decepción al partido que calculaban entre 6 y 7 diputados regionales.
Ante esta situación y al quedarse sin escaño en el Parlamento Nacional, «Felisuco», contrata a Rubén Gómez, como asesor personal a espaldas del partido ocultado el contrato con él y llegando incluso a negarlo en reuniones de su partido en reiteradas veces de forma subrrealista.
Lo cierto es que el contrato sale a a luz pública y esto lleva a «Felisuco» a rectificar y reconocer la mentira en la que se había envuelto con la contratación de Rubén Gómez y su ocultación al partido aunque él lo califica como «cuestión menor y doméstica» llegando a decir que “lo que yo hice estaba autorizado por Madrid y estaba dentro de mis competencias, es decir, por ocultar algo que estaba bien hecho dimitó como portavoz«
Tras haber sido «pillado» en la mentira, Félix Álvarez, presenta la dimisión como portavoz autonómico de Ciudadanos ante lo que él califico como «una pérdida de confianza» de los compañeros de partido, aunque eso sí, no renuncia a su escaño como diputado en el Parlamento cántabro.
Todo esto ha llevado a que ahora mismo Ciudadanos sea un «barco» a la deriva, sin un rumbo ni un timonel que marque el camino a seguir, arrastrados también por la caída del partido a nivel nacional con la salida tras las elecciones Generales del 10 N. de Albert Rivera por sus malos resultados, aunque tras la dimisión de «Felisuco», el portavoz de la formación naranja a nivel regional es ahora Javier Fernández Soberón, hasta que se decida en el próximo Comité Nacional.
Ahora se está a la espera, de que se decida quién va a ser el nuevo líder de la formación naranja, donde hay tres cabezas visibles, por un lado el propio Félix Álvarez, por otro el actual alcalde de Astillero, Javier Fernández Soberón y Javier Ceruti, que forma gobierno con el Partido Popular en el Ayuntamiento de Santander, pero esto será ya para el siguiente capítulo…