Estamos ante tiempos de oscuridad, proporcionados por las llanadas elites globalistas.
Se hace urgente y necesario, darse cuenta del intento de establecer una dictadura global controlada por poderes económicos y políticos extractores de la libertad y el progreso de los seres humanos y de su libre albedrio.
“No tendrá nada y será feliz”. Que estupidez más grande, más propia de sátrapas, que de personas que de verdad quieren el bien común y a la humanidad.
El proyecto parece cada vez más claro, empobrecimiento de las clase medias y trabajadoras y control permanente de los movimientos, pensamientos, además de destrucción de la familia, para así hacer más clara la dependencia del poder.
Es verdad, que cada vez más personas se están dando cuenta de estos movimientos basados en lemas, mentiras patrocinadas por fundaciones extrañas, siempre pertenecientes a los mismos.
Se trata de nuestra libertad como individuos, de nuestro libre pensamiento, de nuestra forma de ser y sentir.
El continuo “machaqueo” con el cambio climático queriendo convertir el mundo en una cárcel, es una distopia, como muchos científicos independientes aseguran .
Se impide el debate libre, se llama “negacionista”, al que discrepa, por el mero hecho de discrepar, es la forma habitual de comportamiento de las dictaduras totalitarias, que estigmatizan al que piensa distinto y lo hacen sentir mal, hasta dejarle sin fuerzas para seguir.
Todo muy propio de una gran dictadura. No nos resignemos.