Vivimos en una sociedad “basura”. Es una sociedad basura, aquella, que se olvida de los ancianos, de los mayores, a los que en algunos casos abandona.
Se calcula, que un sesenta por ciento de los mayores, que viven en residencias, no reciben prácticamente nunca visitas de familiares.
Es una sociedad “basura”, porque a los niños se les trata de manipular desde pequeños y por otro lado son en algunos casos utilizados por el poder para inmiscuirse en sus conciencias, quitando a los padres el derecho y el deber de educar a sus hijos en la educación que consideran conveniente.
Es una sociedad “basura”, porque una gran parte le encanta vivir en la mentira y acepta la manipulación como algo normal.
Es una sociedad “basura”, porque vive cargada de egoísmo, un egoísmo que nos atrapa y nos impide pensar en los demás.
Es una sociedad “basura” porque se ofrece la eutanasia en algunos países como si fuera algo normal quitar la vida.
Es una sociedad “basura” porque se persigue a aquellos, que nos piensan acorde a las tendencias que marcan unos pocos.
Es una sociedad “basura” porque se habla de la guerra como si fuera algo normal.
Podría seguir, diciendo causas por las cuales vivimos, es una sociedad “basura”. Pero también tenemos la esperanza de las personas y pequeños colectivos maravillosos, que trabajan por los demás, que quieren a sus familiares, que piensan por si mismos y no aceptan la mentira como algo normal, que aman al prójimo, que perdonan; en definitiva representan el bien, ellos son una esperanza muy grande en medio de la sociedad “basura”.
En este tiempo de Navidad, en la que Dios se hizo hombre para salvarnos, seguimos a pesar de todo con esperanza, porque Él es la esperanza, que está también representada en aquellos que quieren el bien y rechazan el mal.
¡Feliz Navidad¡.