El silencio cómplice de gran parte de los países europeos sobre la situación de persecución religiosa en Nicaragua, es realmente clamorosa y preocupante.
El régimen de terror del Gobierno de Daniel Ortega, esta superando todos los límites hasta ahora conocidos.
Secuestro del Obispo de Matagalpa, cinco sacerdotes y varios periodistas en el interior de la sede residencial, rodeados por las fuerzas armadas, impedimento de celebración de culto en muchas Iglesias, con imágenes espeluznantes de las fuerzas de orden público rodeando los templos, destrucción de la imágenes religiosas en muchas Capillas e Iglesias y todo tipo de persecución religiosa, hacia diferentes Comunidades, como la sufrida por las Hijas de la Caridad de Teresa de Calcuta, expulsadas del país sin motivo alguno, privando de la atención fundamental de estas religiosas a tantas familias.
Silencio cómplice de la UE, de España y de otros estamentos, que incomprensiblemente callan y no rompen relaciones con el régimen de terror de Daniel Ortega.
¿A quién sirven callando tales atropellos a los derechos humanos más fundamentales?
¿Dónde está el señor Borrell? ¿Dónde están los dirigentes mundiales?
Tan grave es la situación, que más de una veintena de ex Presidentes Iberoamericanos, han pedido al Santo Padre su intervención urgente, solicitando se pare todos estos atentados a la libertad religiosa y a las personas.
