La crónica de la vida económica y política de Cantabria, cada vez se parece más al capitulo de sucesos, prácticamente no hay una buena noticia para nuestra Comunidad, en estos aspectos.
Recoge hoy El Diario Montañés en portada que Renfe suprime 44 frecuencias de cercanías entre Santander y Lierganes, por el nuevo sistema de seguridad, además un mayor tiempo de duración de los viajes entre 8 y 14 minutos.
Por otro lado, nos enteramos que Cantabria, no recibirá fondos de la UE para los proyectos estrella del Gobierno Regional: el proyecto de La Pasiega y el MUPAC.
Yo creo que visto lo visto, el Gobierno de Cantabria empieza a sobrar, los ciudadanos nos ahorraríamos mucho dinero en impuestos y la región podría perfectamente funcionar con “piloto automático”.
Todo nos hace recordar las crisis políticas de Italia de los años ochenta y noventa, en la que aquel país estaba meses y meses sin gobierno y todo seguía funcionando.
En Cantabria, se está produciendo un corrosión del propio sistema de partidos.
No funciona el Gobierno, que vive de promesas que casi nadie se cree y tampoco funciona la oposición, totalmente desaparecida y sin ideas.
Es el colapso general de la peor clase política en muchos años y que en parte también es un reflejo de una sociedad cada vez peor formada, con menos valores y con menos ganas de trabajar en términos generales.
Si a nivel nacional tenemos a diario un espectáculo político lamentable, en Cantabria, sucede tres cuartos de lo mismo, pero aumentado por la propia incapacidad de la clase política y el “pasotismo” de la sociedad.
“Cantabria Infinita”, en incompetencia.
Visto lo visto, a un año vista de las elecciones regionales, los ciudadanos tenemos casi imposible poder elegir una alternativa , la única es quedarse en casa, todos son parecidos.
