Un grave escándalo de corrupción sacude el Parlamento Europeo y da pistas de que en un futuro, puedan existir más ramificaciones.
La eurodiputada socialista griega Eva Kaili, una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, ha sido detenida en una operación de la policía de Bélgica, realizada en varios inmuebles de la capital comunitaria.
Junto a la detención de la eurodiputada griega, ha sido detenido su pareja Francesco Giorgi, acreditado en el Parlamento Europeo como asesor del Grupo Socialista, Luva Visentini, Presidente de la Confederación Internacional de Sindicatos, Nicalo Figa-Talamanca, secretario de la ONG “No Peace Without Justice”, el ex –eurodiputado socialdemócrata italiano Pier Antonio Panzani y el padre de Eva Kaili, que parece ser, fue detenido cuando trataba de huir, con una bolsa que contenía una importante cantidad de dinero.
La policía, parece ser, llevaba tiempo investigando, la supuesta compra de favores por parte de Qatar para suavizar posiciones de la Eurocámara, que afectan al país árabe.
Las influencias, los lobby son sin duda en Bruselas cuestión que debieran de investigarse, ante decisiones políticas de Bruselas, como parece ser se pudiera estar investigando por parte de la Fiscalía contra el fraude desde hace meses a la propia Comisión, sobre el procedimiento de compra de vacunas Covid.
Al margen de este caso, el control de los órganos de la UE, parece insuficiente y el secretismo grande, como en su día, fueron los “tachones” en los contratos con las farmacéuticas solicitados por eurodiputados y que levantan todo tipo de suspicacias.
Sin duda, al margen de los resultados de la investigación, la sensación de falta de control en este “gigante” burocrático lleno de asesores es un mal ejemplo para la sociedad europea en su conjunto.