Ya no hay contagios, no es necesario el pasaporte sanitario, ni las mascaras en el campo de batalla, los soldados de Rusia y Ucrania, ya no tienen peligro del virus, mueren por la balas y las bombas.
Cuanto porquería informativa, llevan dos años metiendo miedo a la población, exagerando cuando no engañando y de repente empieza una guerra tremenda que esta causando dolor y muerte.
Los mismos dirigentes mundiales de Rusia, China, Estados Unidos y Europa, que han estado utilizando la pandemia para su intereses de control, ahora consienten una guerra de imprevisibles consecuencias.
En vez de negociar, de buscar acuerdos, se han dedicado a prepararse par la guerra.
Es obvio, que la mayor responsabilidad es de un personaje “siniestro” y con muchos problemas internos como es Vladimir Putin, pero también es cierto que ni Europa con su cobardía, ni Estados Unidos con sus intereses, no han sabido parar previamente la ofensiva rusa con una diplomacia que diera resultados.
La propia debilidad de occidente, ha sido un estimulo para que Putin intentará su “locura”.
Si occidente se hubiera dedicado a defender la salud y la libertad de sus ciudadanos y no los intereses del globalismo, estaríamos mucho mejor económicamente para hacer frente a tanta amenaza.
Aunque el principal culpable de todo, es Putín, hay también otros culpables por inacción u omisión. Son los “tapados”, personajes siniestros también, que sabemos que existen, pero en verdad desconocemos sus nombres.