Lo ocurrido ayer Domingo en Paiporta, durante la visita de los Reyes de España, el Presidente del Gobierno Sánchez y de la Generalitat Mazón, es una prueba de impotencia y desesperación de una sociedad cansada de promesas y engañada continuamente.
La violencia, nunca es lícita y no se puede justificar en modo alguno, pero los políticos llevan en su salario, el tener que aguantar a los ciudadanos, que les pagan y en modo alguno son una «casta» superior.
Los Reyes de España, estuvieron muy valientes y con mucha dignidad tratando de calmar y razonar con unas personas que han perdido casi todo y se sienten desamparadas.
Sánchez y sus medios, no pueden tener ahora la desvergüenza de hablar de la extrema derecha, cuando los extremos perniciosos están en su Gobierno, con comunistas y enemigos de España incluidos.
Ni extrema derecha, ni monsergas, sólo son personas desesperadas, porque han visto que el mismo Gobierno de los casos Tito Berni y Koldo, de las vacaciones en La Mareta a todo tren, del Presidente del Gobierno, el mismo que quiere engordar a los nacionalismos, es incapaz de tener ni empatía ni soluciones en un momento clave de sus vidas.
La extrema derecha, es ya un cuento que nadie con un poco de sentido común se cree.
El problema está en la incapacidad de gestión de una clase política «chapucera» que lleva seis años intentando dividir a los españoles, sólo por ello, debieran de marcharse.