Da la sensación que los dirigentes del PP en Génova 13, están muy nerviosos.
Están nerviosos, porque es en los primeros meses del verano se tiene que celebrar el Congreso Nacional y los militantes de base pueden aclamar a la señora Díaz Ayuso, como ha sucedido durante la campaña electoral de Castilla y León.
La “líder” real para la inmensa mayoría de votantes y simpatizantes es la Presidenta de la Comunidad de Madrid y eso para los egos de la dirección nacional es insoportable y peligroso para su futuro político.
Para colmo de males, es obvio que la figura de Pablo Casado, no goza de las simpatías de una mayoría del electorado, lo que complica aún más el futuro de los señores Casado y García Egea.
Los electores tradicionales del PP, no se sienten bien representados en sus ideas, más parece que la actual direccional nacional obedezca a planteamientos de Bruselas o del globalismo que a lo que piensan sus propios electores.
No querer pactar con en Vox en Castilla y León es una torpeza más de la actual direccional nacional, que parece preferir destruir el partido que ceder en sus propias estrategias que casi nadie entiende o lo que sería peor, obedecen a otros planteamientos externos.
Estemos atentos a los próximo movimientos, porque no se ve solvencia alguna en los actuales dirigentes para tomar las medidas adecuadas.
Mientras, la sombra de la duda sigue sobre el voto nunca explicado del diputado Alberto Casero a la reforma laboral, curiosamente mano derecha de García Egea, demasiadas sospechas sobre la dirección nacional, que por cierto no han expulsado al citado diputado, un lastre más que añadir a la desconfianza sobre la actual dirección.
