En política, como en todo en la vida, es necesario tener luces largas, es decir, predecir lo que en el fondo, se está pretendiendo y no quedarse exclusivamente en los hechos del momento.
Así, ahora en la sociedad occidental, se está produciendo una “lucha” soterrada pero cada vez más evidente, entre la libertad, la opresión y el control.
En realidad, se podría decir, que es una lucha entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira; para ello, supuestas verdades inventadas, son utilizadas de diferentes formas y maneras.
En la creación de supuestas verdades inventadas: el más claro ejemplo es el “mantra” del llamado cambio climático.
No se trata de reconocer, que el clima cambia y mucho, desde el principio de los tiempos, como sabemos y nunca se ha negado, porque es una evidencia científica, sino el culpar al ser humano del cambio, lo que es una “locura” .
Culpando a la actividad humana del cambio climático, se aprovecha para crear un estado de cosas dirigido por unos pocos muy poderosos y cambiar así la sociedad hacía un control total de sus actividades y un empobrecimiento general.
Cuando, la mera actividad de un volcán, es mucho más influyente que toda la contaminación creada por la actividad humana, se puede visibilizar la gran manipulación de ciertas élites muy poderosas para someter al ser humano.
No es que se pretenda, que seamos respetuosos con el medio ambiente, cuestión lógica, sino que lo que se trata, es de crear unas condiciones de culpabilidad en el ser humano que impida la libertad.
Otro tanto, sucede con la llamada violencia de género, que por supuesto cualquier persona de bien condena rotundamente, sino de utilizar palabras y expresiones para dividir a los seres humanos, en concreto, al hombre de la mujer.
La violencia del hombre contra la mujer, es algo que existe y es muy grave, pero una cuestión es reconocerlo y otra utilizar el problema para cambiar la sociedad a su antojo.
No se trata de cambiar la sociedad desde la educación y los valores, para que no se produzca dicha violencia, sino de dividir, “crispar”, separar, romper la unidad social.