Un buen amigo, viejo militante del PP, califica ahora a su formación como los “restos del PP”.
Creo que está en lo cierto, porque el principal partido de la oposición ha ido poco a poco en los últimos años perdiendo su ADN ideológico, gracias a plegarse continuamente a lo que se llama “políticamente correcto”.
Poco a poco se ha ido “descafeinando” y convirtiéndose en una formación, que una parte importante de su tradicional electorado considera que no está siendo útil en la defensa de sus principios.
La posible llegada del señor Núñez Feijóo, puede ser más de los mismo, un movimiento tibio y lleno de complejos absurdos, que acabe por “espantar” definitivamente a sus electores y bien que me gustaría equivocarme, por muchos motivos, pero principalmente por España, que necesita un cambio urgente y muchas reformas.
Obviamente hay que dar tiempo al tiempo y todo es posible, pero el señor Núñez Feijoo no ilusiona a pesar de la campaña iniciada por algunos medios y es lógico que no ilusione, un dirigente que ha sometido a Galicia a normas absurdas durante la pandemia, sin resultado alguno y se ha empecinado en no proteger la libertad de las personas, todo lo contrario de lo ocurrido en la Comunidad de Madrid.
Por lo tanto y me gustaría equivocarme, vamos a tener más de lo mismo: ni carne ni pescado y así en unos momentos en los que se necesita un posicionamiento claro en tantos temas, el PP tendrá muy difícil recuperar a una gran parte de su electorado.
