En un país, en la que algunos Ministros, critican de manera despiadada decisiones de los Jueces, en un país, en el que se está colonizando todos los resortes del poder por parte del Gobierno, en un país, en el que nos enteramos hoy en una información recogida por THE OBJECTIVE, que el supuesto principal cabecilla de la llamada trama «Koldo», Víctor Aldama, ha visto que su coche de lujo ha sido tiroteado, tenemos al principal partido de la oposición, mirando hacia otro lado, sin rumbo ni respuesta.
El señor Feijoo y su Comité Ejecutivo del PP, parece dispuesto al abandono definitivo de un aparte importante de su masa tradicional de votantes, con decisiones peregrinas, como tratar de presentar como algo novedoso, la llamada jornada laboral de cuatro días, que obviamente puede haber algunas empresas en las que sería viable su aplicación, pero teniendo en cuenta que el casi el 99 por ciento de las empresas de España son Pymes o de autónomos, sería un «brindis al sol» y seguir el camino de una izquierda que vive fuera de la realidad.
Debe ser, que el señor Feijoo y su Comité Ejecutivo, después de haber engañado a agricultores y ganaderos en las Elecciones Europeas, apoyando a Úrsula Von Der Leyen, ahora quieren repetir la misma historia, con los autónomos y las pymes.
En realidad, Feijoo, Semper, Gamarra y Cía, parecen esperar que el Gobierno de España les caiga como «fruta madura», para luego no hacer ninguna de las importantes reformas que esta país necesita, o por el contrario, a lo que aspiran, es a crear el Ministerio de la Oposición, donde tan cómodos se encuentran.
Toda una vergüenza, para un partido que en otra época al menos trataba de defender algunas ideas y valores, ahora no los defiende, porque su dirección no se atreve o lo que sería aún más grave, porque no tenga nada que ofrecer en su vacío de ideas a sus tradicionales votantes y simpatizantes.
Una desgracia para este país.