Nada menos, que siete días después del «robo» de las elecciones en Venezuela y de la persecución con muertos a los opositores, en unos actos propiciados por un gobierno de «sátrapas», capaces de perpetrar crímenes, detenciones ilegales y causar mucho dolor, resulta, que seis países de de la UE, piden conocer el resultado de las actas de las mesas electorales, cuando la oposición ha podido facilitar ya el ochenta por ciento de las mismas.
Es realmente escandalosa, la actitud de la UE, de su Presidenta Ursula Von Del Leyen y de los grupos políticos del Parlamento Europeo.
El PP Europeo, está cada vez en una situación más delicada, porque sus electores no entienden su pasividad y el apoyo a una presidenta como la elegida, lo que sin duda acabará creando grandes tensiones internas.
España, y por supuesto los países europeos, deben dejar de reconocer a la terrible dictadura de Maduro, y reconocer al nuevo Presidente electo; no hacerlo, es ser cómplice indirecto de el drama que ocurre en un país que lleva año sufriendo el dolor de la persecución, el exilio y la muerte de inocentes
