Un desgraciado accidente de tráfico, ha segado la vida de Agustín Ibáñez, quién fuera durante siete años Delegado del Gobierno en Cantabria.
Agustín, deja el recuerdo siempre imborrable, de las buenas personas, de las personas generosas con los demás, sin distinción de ningún tipo.
Agustín fue sin duda, un servidor público extraordinario, dejando una forma y manera de servir a los demás ejemplar.
En estos tiempos que vivimos, en los que la política rompe relaciones humanas fraternales, la figura de este santoñés brilla aún más si cabe,con más fuerza.
Tengo aún en mi retina, en su etapa como Delegado del Gobierno, su calidez humana y su cercanía, el despacho siempre abierto, como su corazón.
Mi más sentido pésame a su familia y amigos y a todos los que apreciamos a Agustín.
DEP. Mi oración y recuerdo siempre.



















