No se puede dirigir un partido a través de un mando a distancia o de un tele-mando, como da la sensación que quiere el señor Núñez Feijoo, con su partido en Cantabria.
Es necesario que la dirección nacional del PP, no se inmiscuya en lo que tiene que hacer el PP de Cantabria, en concreto, dar un respuesta clara a lo que han votado sus electores.
No se puede enredar por maniobras de otros, en proyectos que no han recibido un apoyo mayoritario en la urnas.
En Cantabria de forma mayoritaria, se ha votado en clave de regeneración, en clave de sensatez, en clave de austeridad y sobre todo, en clave de no mentir a los ciudadanos, algo de lo que están hartos.
El PP, debe de buscar una mayoría natural estable, pues no se puede gobernar en minoría y mucho menos con aquellos que en parte nos han llevado a la situación actual.
Hay que obedecer a lo ciudadanos y dejarse de “zarandajas”, que en despachos ajenos en Cantabria piensan o quieren.
Con los “escándalos” que están sacando estos días diferentes medios, sería poco menos que suicida para el PP electoralmente, el mero hecho de que los ciudadanos puedan pensar que no se va a investigar nada y que se siguen las mismas políticas, el personal está muy enfadado y es adulto para que nadie venga con “maquinas de miedo” para que todo siga igual, porque para eso, es mejor que sigan los mismos.
El acuerdo de una mayoría nueva para Cantabria debe de hacerse sin egoísmos y con una actitud de servicio a los ciudadanos y olvidarse de los “lobbies” de esta tierra que no quieren que nada cambie, para ellos seguir a lo suyo.
No se puede perder esta oportunidad, para al menos hacer las cosas de otra manera y mejorar la vida de los ciudadanos y no ser una agencia de colocación de cargos públicos.
Por eso lo natural sería un pacto PP VOX y que se levanten todas las mantas que tenían tendidos el pacto anterior PRC PSOE. Transparencia absoluta. El resto sería la tumba del PP.