No son buenos tiempos para el libre pensador, ni para la persona que quiera ejercer su actividad como ser humano de forma autónoma libre de los pensamientos e ideas del momento que vivimos, lejos del “rebaño” que, a través de diferentes mecanismos, el poder va estableciendo.
Es difícil, por lo tanto, navegar contra las corrientes mayoritarias, que se establecen a través de las modas, forma de actuar y sentir.
El riesgo que asume todo individuo que vaya contra la corriente dominante, es cada vez más grande y la propia sociedad en una forma de actuar muy peligrosa acaba señalando al discordante como un ser, por supuesto equivocado, pero lo que es mucho peor,
se le presenta como un ser hasta “peligroso” para la propia sociedad, o, por el contrario, es ridiculizado hasta dejarle sumido en la soledad.
En realidad, se está elevando al máximo el pensamiento utópico de una sociedad que quiere ser perfecta, olvidando que ello es imposible, lo que produce una confusión mental, entre el pensamiento y la realidad, una realidad que nunca se consigue, creando un desencanto muy grande en los individuos, porque el proyecto de vida que ofrecen, en el fondo, es contrario a nuestra propia libertad.
“No tendrás nada, pero disfrutaras de todo”, es la oferta tramposa y sumamente peligrosa que ofrecen las élites globalistas, para controlar nuestra capacidad de ser, pensar y actuar.
En este proyecto, que utiliza a muchos poderes para conseguir su objetivo a través de ofrecer una especie de “caramelo envenenado” sus líderes se presentan como sabios solucionadores de todos los problemas de la humanidad, cuando realmente son meros oportunistas, sin ética ni capacidad moral que aspiran a ser los “nuevos dioses”, que controlan y dirigen todo.
En el fondo de la cuestión, representan el nuevo comunismo, en una mezcla tóxica entre un capitalismo sin ningún tipo de valor y un comunismo que reúne todo el poder en muy pocas manos.
Es el objetivo que si los amantes del bien y la libertad no combatimos, estaremos en poco tiempo en sus manos, sin capacidad de ser, vivir y pensar según nuestros valores.