“Cantabria asiste impasible a la batalla entre el norte y el mediterráneo en defensa de su tren”, este es el titular de la edición digital de EL DIARIO MONTAÑES, que recoge perfectamente el aislamiento de Cantabria en materia de comunicaciones ferroviarias.
Me pregunto, por qué Cantabria quedó fuera en su día del llamado corredor Cantábrico de ferrocarril, me pregunto porque siguen nuestro dirigentes con la “matraca” del tren a Bilbao, que no nos aporta nada y que sólo beneficiaría a la ciudad vecina y en modo alguno a nuestro puerto.
Cantabria, debe de conectarse con el valle del Ebro directamente, bien por ferrocarril, con un enlace al proyecto de Galicia, Castilla y León y Asturias o bien por carretera con una autovía que enlace directamente con el este de Burgos y La Rioja, para ahorrar unos setenta kilómetros con Zaragoza.
Me pregunto si en Cantabria, nuestras mentes pensantes, no se dan cuenta que un tren a Bilbao, sólo sería crear un tubo en nuestras comunicaciones, al pasar por un territorio que es competidor en materia portuaria y que por cierto apunta al declive, además de los futuros problemas políticos y de otra índole.
Zaragoza, se está convirtiendo, señores diputados de Cantabria, (pueden realizar un viaje”), como el gran centro logístico que enlaza Europa con Madrid, el Mediterráneo y Cataluña, el área logística de Zaragoza, crece cada día, su aeropuerto se ha convertido en el segundo de España en carga aérea y así podemos seguir.
Señores diputados de Cantabria, con todo el respeto, piensen en el futuro de Cantabria, intenten agarrarse al menos con un enlace directo al proyecto ferroviario del corredor del norte y sino presenten un enlace directo con el valle del Ebro, el paso por Bilbao, en nada nos beneficia desde el punto de vista logístico.