Hace tan sólo unas horas nos hacíamos eco de lo que parecía un acuerdo inminente entre el PSOE y el PP para renovar los órganos del CGPJ, sin embargo, en un “golpe de efecto” rápido y acertado el PP, ha decido suspender esta negociaciones, ante el anuncio realizado por el Gobierno de pretender cambiar la ley para rebajar las penas por el delito de sedición, un anuncio realizado cuando parecía cercano el acuerdo con el PP.
Obviamente, el desgaste que hubiera sufrido el PP, rubricando un acuerdo cuando el Gobierno al mismo tiempo anunciaba rebajar la penas por el delito de sedición, era totalmente inaceptable.
Una medida valiente, pues el momento que vive España, es para valientes, lo que no significa dejar de negociar, pero las negociaciones deben de ser sobre bases firmes para mejorar la democracia y la libertad, así como la propia separación de poderes, todo lo contrario a intentar dejar vía libre a un delito tan grave como el de sedición.
Supongo que Núñez Feijóo, también se ha dado cuenta del desgaste de credibilidad de su persona, en un momento de grave riesgo para un funcionamiento normal de la democracia.
Negociar, no es humillarse y la negociación, sólo y exclusivamente debe de tener un fin: la mejora del sistema y no el control del mismo.