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La adquisición de la red social Twitter por Elon Musk, ha puesto de los nervios al Partido Demócrata, que hasta ahora parecía tener en la dirección de esta red social, aliados voluntarios o involuntarios de sus intereses, como se vio en el escándalo de Hunter Biden, hijo del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Hay que recordar que cuando saltó el escandalo en Estados Unidos de los presuntos intereses del hijo de Biden en China, desde la dirección entonces de la red social, se trato de tapar toda repercusión mediática.
No debe de molestar la libertad, el único limite a la libertad de expresión debe de ser el insulto, la difamación o la violencia, por lo demás las opiniones libres no deben de cercenarse.
Se está intentando influir en la sociedad, justificando una censura camuflada, bajo el paraguas de lo políticamente correcto, poniendo todo tipo de dificultad, a aquellas opiniones que no sean coincidentes con poderes globales interesados.
El respeto a la opinión ajena, siempre que la opinión sea respetuosa y no vulnere la ley debe de ser el único límite.
Sin embargo, hasta ahora algunas redes sociales, como se ha visto durante la reciente pandemia, han sido utilizadas para coartar opiniones distintas, llevando claramente a la censura.
De momento, como dice el propio Musk, “el pájaro vuela”, los directivos anteriores ya no están, esperemos que la libertad sea clara y no se censure ningún debate en busca de la verdad.
Es curioso, que una red social preocupe tanto, a algunos políticos del Partido Demócrata. ¿A qué tienen miedo? .
