Ha fracasado el “marketing “y lo “políticamente correcto” de occidente.
Desde hace algunas décadas, pero ahora ya es más descarado, la política en occidente se ha convertido en una “gran mentira” es un gran plató de televisión con políticos figurantes que sólo piensan en la siguiente legislatura y no en gobernar para todos con verdad y honradez.
La creación de debates artificiales, ampliando descaradamente supuestos problemas que crean división para entretener a la población, en vez de buscar realmente el progreso de todos desde la verdad, es la práctica común.
Casi todo es mentira en política, no me refiero a la política de un ente local o de un Ayuntamiento, me refiero a la política de los estados y a nivel de la UE.
La UE que nació como un instrumento de unidad de cohesión, se ha convertido en un instrumento al servicio de grandes corporaciones y del globalismo, en manos de burócratas con grandes salarios.
La UE y los estados que la forman han olvidado a sus pueblos y se han convertido en “maquinas” de legislar muchas veces de forma injusta.
El sistema democrático corre serio peligro, por falta de transparencia y de verdad.
La verdad es el oxigeno del sistema democrático, junto con los controles parlamentarios y la independencia de poderes, al apoderarse el relativismo de las élites, ya nada es verdad o mentira, sólo los intereses de cada momento.
Occidente te en su conjunto, es victima de su propio progreso y de su falta de valores que carcome las bases de cualquier sociedad.
Sin valores, no hay sociedad justa, y si no hay una sociedad justa, se acaba en la violencia y en la guerra.