Vivimos tiempos en lo que la perversión del lenguaje es una constante. Se llama progresismo a defender el aborto y por el contrario defender la vida, quieren hacer que parezca algo antiguo, como obviamente no es. Defender la vida siempre es lo bueno y lo que siempre supondrá alegría y futuro.Es utilizar «un despojo» argumental, decir que defender el aborto, es algo proresista.
El realizar políticas positivas que fomenten la natalidad, es algo necesario que debiera de tener la máxima colaboración por parte de las administraciones públicas. Por ejemplo, es una idea magnífica que debieran de copiar otras administraciones, la decisión de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, de poner en marcha un teléfono de información a la mujer embarazada y por supuesto negarse a suprimir el concepto de familia numerosa.
Ayudar a una mujer embarazada a ser madre, es algo maravilloso, que debería abrir todo tipo de puertas para que cualquier dificultad o duda sea superada y al final pueda dar a luz.
Si estas madres no pueden por cualquier motivo o circunstancia, hacerse cargo de su hijo se debe de facilitar un proceso de adopción rápido y una ayuda a la madre.
No se puede admitir, que se llame progresismo a defender el aborto y el defender la vida humana sea algo antiguo.
Hay que luchar contra la cultura de la muerte, una de las amenazas más grandes de la sociedad actual y no otros miedos que tratan ciertos poderes de insuflar a la población.
Defender la vida, desde el inicio hasta el final, debería llenar de orgullo a cualquier sociedad avanzada y no precisamente lo contrario.
No hay que tener miedo a defender la vida, algo compatible con la libertad, porque la mujer y el hombre deben de ser libres para el bien y no para el mal.