El Racing se volvía a encontrar con el triunfo en los Campos de Sport del Sardinero, tras lograr imponerse al Burgos por 2-0, gracias a intervenciones de un gran Ezkieta, en un partido donde el conjunto cántabro tuvo que jugar toda la segunda parte con un hombre menos tras ser expulsado Manu Hernando en el minuto 39 de la primera mitad.
Dominaba de inicio el Racing el control de la pelota y el centro del campo con la línea del fuera de juego casi en el centro del campo ante un Burgos, que intentaba salir a la contra cuando robaba con balones buscando la espalda de la defensa verdiblanca.
Pronto se iba a adelantar el conjunto cántabro, ya que en el minuto 11, Íñigo Vicente coge un balón en la línea de tres cuartos y tras irse de tres contrarios le deja la pelota en bandeja a Sangalli para que de primeras y de tiro cruzado suba al marcador el 1-0.
No tardó mucho el Racing en volver a poner tierra de por medio ya que el minuto 23 iba a llegar el segundo tanto, en un saque de falta desde el lateral izquierdo de Iñigo Vicente, poniendo el balón al punto d penalti donde llegando desde atrás Javi Montero de Cabeza subía el 2-0 al electrónico.
Este segundo tanto espoleó al Burgos que empezó a llegar con mucho peligro a la portería de Ezkieta, rozando el gol en varias ocasiones incluso anulándole uno por un fuera de juego muy ajustado.
En el minuto 39 el Racing se iba a queda con un hombre menos, al ser expulsado Manu Hernando, en un error defensivo que deja solo a Curro y el defensa del Racing le agarra, lo que provoca que el colegiado del encuentro le expulse por ser el último defensor.
Con esta dinámica, se llegaba al final de los primeros cuarenta y cinco minuto, a la espera de ver que deparaba una segunda mitad que el Racing iba a tener que afrontar con un jugador menos.
A pesar de jugar con un hombre menos no varió el técnico del Racing, José Alberto, el sistema de juego manteniendo la línea defensiva muy adelantada prácticamente en el centro del campo, algo que el Burgos intentaba aprovechar con balones en diagonal a la espalda de los defensores verdiblancos, con el riesgo que ello conllevaba para la portería de Ezkieta, que tuvo que realizar una parada extraordinaria en estos inicios de la segunda parte para evitar el tanto del conjunto burgalés.
Con superioridad numérica apretaba el Burgos buscando recortar la diferencia en el marcador ante un Racing, que se defendía en el borde de su propia área y con un Ezkieta que volvía a hacer de nuevo grande con paradas de mérito.
A medida que el partido avanzaba, el terreno de juego volvía a demostrar que sigue sin estar en buenas condiciones par la práctica del fútbol profesional levantándose originando zonas donde el balón apenas podía rodar en condiciones.
El Racing aguantaba bien el tipo con un jugador menos y así se llegaba a los últimos diez minutos de tiempo reglamentario sin que el Burgos fuera capaz al menos de recorta la diferencia para poder presionar algo más a los jugadores verdiblancos.