Lo dicho ¡¡que acabe esto ya por favor!! que termine la temporada y que los actuales dirigentes del Racing, acierten por una vez en hacer un equipo capaz de levantar la imagen de un club que ahora mismo ha tocado fondo tanto deportivamente como estructuralmente, porque la derrota (2-0) ante el filial del Osasuna ha vuelto a dejar ver la peor cara de este equipo.
Un equipo deslavazado, sin ideas, incapaz de por lo menos acabar la temporada ofreciendo una imagen, no digo yo buena, al menos decente de un club con más de cien años de historia y que ha sido uno de los clásicos en la Primera División del fútbol español.
No merece la pena ni hablar de el partido en sí donde ninguno de los dos equipos se jugaba nada pero que el filial osasunista supo llevarse la victoria aprovechándose sólo de los errores del equipo de un Solabarrieta, que lo mínimo que podía hacer es irse antes de que le den el finiquito.
Poco más que contar de este sufrimiento que no se si merece la afición racinguista, que cierto es en otras ocasiones incluso mejores que esta ya había puesto el «grito en el cielo» contra el equipo, el entrenador y la presidencia del club y que ahora parece se lo toma con resignación.