Quinta derrota consecutiva del Racing, en esta ocasión por 1-2 ante el Mirandés, que le mete de lleno de nuevo en puestos descenso, y que demuestra que no a pesar de echar las culpas a las decisiones arbitrales y el VAR, este equipo tiene un seri problema de fútbol y juego que contra equipos de su misma medida es incapaz de solventar.
La primer aparte resultó entretenida, de esas de área a área entre Racing y Mirandés y sin un dominador claro del partido, aunque si alguien tuvo más la pelota ese fue el conjunto visitante, ante un equipo, el de Romo, que sigue con serios problemas a la hora de crear juego.
En el minuto 18, el primero en golpear al contrario fue el Mirandés, en una jugada donde Parera , no estuvo muy acertado en el despeje del remate de Alex Martín y en su rechace y Barbu de Cabeza ponía el 0.1 en el marcador.
No tardó mucho el Racing en igualar la contienda, ya que el minuto 22, Pombo, en un lanzamiento desde fuera del área que golpea en un contrario se cuela en la portería del Mirandés, colocando la igualada en el electrónico.
Con este resultado se llegaba al final de los primeros cuarenta y cinco minutos, y con un Racing, incapaz de imponer al rival sobre el terreno de juego.
La segunda parte comenzó con la misma tónica que lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero a los siete minutos de la reanudación, en el 52, Roberto López, que desde unos 30 metros y con la zurda bate por bajo a Parera, adelantando de nuevo los visitantes.
De ahí al final del partido volvió a ser un querer y no poder, y esta vez no cabe echar la culpa al árbitro, al VAR ni a las expulsiones, sino a la ineficacia y poco juego y claridad de ideas del Racing, llegándose al final del partido con la victoria del Mirandés, que deja al conjunto cántabro muy tocado y en puestos de descenso.