Que este Racing no va es una evidencia que sólo los más necios no son capaces de verlo, pero cada partido que juega deja bien a las claras que no es un equipo que de las sensaciones que vaya a logar el único objetivo que debe tener esta temporada que no es otro que el de ascender de categoría, y hoy ante el Arenas Getxo, con el empate 1-1, lo ha vuelto a demostrar.
La primera parte volvió a ser un equipo que juega a «pequeña» que no sale dispuesto a arrasar al rival, aunque se juegue en campo de hierba artificial, porque diferencia económica entre un equipo y otro es abismal y los jugadores que en teoría ha fichado el conjunto cántabro deben tener calidad suficiente para ganar en cualquier terreno de juego.
No sólo no supo ser superior al rival sino que éste, lograba adelantarse en el marcador en el minuto 41, al filo del descanso con un gol de penalti de Leandro que ponía las cosas cuesta arriba para los racinguistas, porque además se queda con un jugador menos por la doble amarilla de Matic.
En la segunda parte el cuadro de Javier Rozada tiró de orgullo y salió dispuesto a igualar el partido cosa que lograba con cabezazo de Mantilla en el minuto 51, que ponía el 1-1 en el marcador. Cejudo, que había salido en esta segunda parte, fue el mejor de su equipo y aunque el Racing dominó, hasta mediada esta segunda mitad, a partir de ese momento el partido se transformó en una lotería que finalmente acabó con el consabido empate a uno.
Un resultado que al conjunto racinguista sólo le sirve para decir que no ha perdido pero que resulta insuficiente tal y como está la liga en estos momentos, aunque si algo positivo hay que sacar son los 20 primeros minutos de la segunda mitad que todas luces resultan escasos para ganar en esta categoría.