El encuentro comenzó con el guión habitual de los partidos que ha jugado el Racing hasta ahora, es decir, presionando arriba la salida del balón del Eíbar, para intentar robar el balón cerca de la portería contraria, mientras los jugadores locales procuraban salir con la pelota controlada desde atrás-
Pero en el minuto 18 de esta primera parte iba a llegar el jarro de agua fría para los verdiblancos, en la primera salida clara de balón del Eíbar, Un balón colocado en la frontal del área peque iba a ser rematado por Stoichcov, se adelantaba a la defensa de cabeza para anotar el 1-0.
El tanto local dejó al Racing, noqueado y a partir de esos momentos, el Eíbar tomó el mando del partido comenzando a tocar más el balón en el centro del campo, mientras el conjunto cántabro se replegaba más en su terreno de juego.
El Racing se fue recuperando a medida que iban pasando los minutos e incluso dispuso de una ocasión en un disparo dentro del área de Matheus, que repelió el palo derecho de la portería de Yoel. Pero en la jugada siguiente cunado se llevaba un minuto del tiempo añadido, de nuevo Stoickov, recogía un balón dentro del área racinguista para anotar el 2-0, con el que se iban al descanso.
Con la dureza del marcador con dos goles en contra, comenzaba la segunda parte el Racing, en una tarea que se hacía complicada a tenor de la efectividad de ambos equipos. A los seis minutos de reanudado el encuentro, Matheus, tras un rechace en el área lograba batir a Yoel, pero el tanto era anulado por falta previa al defensa, un tanto que podía haber abierto la esperanza de remontar el resultado adverso.
Pero Sekou Gassama, en el 59, si conseguía recortar diferencias, al aprovechar un centro de Iñigo Vicente al área y adelantarse a su par para batir al meta local colocando en el marcador el 2-1, recortando diferencias para el conjunto cántabro.
Cinco minutos más tarde, en un centro colgado al área armero, de nuevo Gassama, en un remate de cabeza a punto estuvo de poner el empate en el marcador si el balón no llega a golpear en el larguero.
El Racing parecía más entonado en esta segunda mitad, con más llegada con peligro al área del Eibar, aunque las salidas a la contra de los locales generaban cierta inquietud en la defensa verdiblanca.
De ahí hasta el final del encuentro fue un querer y no poder de los pupilos de Guillermo Fernández Romo, que vieron como concluía el encuentro regresando de nuevo a las senda de las derrotas.