El Racing se hundía literalmente en sus visita a la Romareda, tras caer derrotado por 4-1 ante el Zaragoza en un partido que quedó marcado en la primera mitad entre los minutos 17 y 25, tras las expulsiones de Íñigo y Parera, en el conjunto cántabro y los goles de Simeone y Bermejo, para los maños.
El partido de inicio empezó con el guion marcado de un Racing encerrado en su campo para intentar robar los balones y salir a la contra y un Zaragoza dueño de la posesión del balón y del centro del terreno de juego, debido a la mayor calidad de sus jugadores.
Pero el partido iba a empezar a quedar marcado cuando en el minuto 17, Íñigo, recibía la cartulina roja tras cambiar su decisión el colegiado a instancias del VAR y considera que la acción del capitán verdiblanco era de expulsión, tras llegar tarde a un balón y pisar al rival en el tobillo, dejando así a su equipo con un jugador menos.
Tres minutos más tarde, en el m.20, a la tercera que tuvo no falló Simeone, que con un disparo a centró de Bebé lograba batir a Parera, situando el 1-0 en el marcador y con un Racing tocado por la expulsión de su capitán.
Pero las desgracias dicen que no vienen solas y así, en el minuto 22, el Racing se quedaba si su portero, al ser expulsado Mikel Parera, en un balón largo para Simeone, una pesadilla para zaga verdiblanca todo el partido, que gana la espalda a los defensas obligando al meta racinguista a salir fuera del área y detener el disparo del delantero zaragocista con la mano, y por tanto la correspondiente cartulina roja ya que el balón iba en dirección a la portería.
Con dos jugadores menos al Racing, le toca ya defender su portería para no salir goleado de la Romareda, pero al borde del descanso, en el m.47, el Zaragoza marcaba el tercer tanto en una jugada por la derecha, el meta Ezkieta, que entro por el expulsado Parera, rechaza el primer remate de Azón pero el mismo jugador recoge el rechace para batir de cabeza al meta navarro, llegando así al final del primer tiempo.
La segunda parte tuvo poca historia, con un Racing, con dos jugadores menos intentando no encajar más goles y un Zaragoza que si bien intentaba llegar a portería verdiblanca, parecía conformarse con la ventaja obtenida.
Hasta que en el minuto 61, llegaba el cuarto de los locales. Simeone de nuevo recoge un balón en el punto de penalti para enviar el balón al fondo de la red anotando así su segundo tanto del partido.
Cunando todos pedían la hora, en el minuto 84, el Racing iba a conseguir el gol del honor. Penalti a favor del conjunto cántabro, en un codazo dentro del área sobre Rubén Alves, que tras revisarlo el VAR, el colegiado señala pena máxima que Peque transforma en el definitivo 4-1, con el que finaliza el partido.